jueves, 22 de abril de 2010

Retomando (mate)

Después de tanto tiempo, me gustaría retomar un poco el blog... ahora que otra vez me encuentro "aquí junto al agua", esta vez junto al Rio de la Plata.
En estas tardes de tomar mate (como no podia ser de otra forma por acá) uno se vuelve melancólico y empieza a tener morriña gallega, de esa que dicen tenemos todos los "gallegos" en Argentina. Tal vez por eso lo de volver a comunicarme con aquellos que están al otro lado del charco y del hemisferio.
Hay muchas cosas que uno empieza a conocer y aprender cuando sale fuera y llega a un pais tan sumamente complejo como este. Ya sé que hasta ahora solo hablé sobre "lugares comunes", cosas que siempre se dicen, que a veces se convierten en palabras vacías y aparentemente no dicen nada. Sin embargo, no se me ocurre mejor descripción que decir que Argentina es un lugar complejo. A veces parece que has calado el caracter, que empiezas a conocer algo de aqui, pero cuando empiezas a rascar, no acabas nunca. De momento, para entender muchas cosas de aqui (como ocurre en casi todas partes), uno tiene que recurrir a la historia del lugar... y ya no me refiero a la historia antigua, sino a los años más recientes de quieres aún hacen el país (lease "el pueblo"). Nos la resumía muy bien un remisero (especie de taxista): acá él empezó negocios, tiró hacia adelante, hizo algo de dinero... pero a los diez años a los políticos les dió por cambiar algo que mandó todo al carajo. Y vuelta a empezar, a superar la crisis, se remonta medianamente, se hace algo de dinero... y diez años después nuevamente los políticos hacen algo que manda todo por tierra. Así una y otra vez, sin contar ya cosas como la corrupción, los golpes de estado, la mala gestión de los vendepatrias... Esta serie de ciclos (relatados mal y pronto por mí) te hace empezar a entender la cantidad de negocios cerrados que se ven por las calles de Buenos Aires, la cantidad de sitios que rezuman un esplendor pasado y hoy se encuentran vagamente atendidos, cierto aire de pesadez que se siente en el ambiente general... pero sobre todo, esa desconfianza en el futuro y más que nada, desconfianza en que los que dirigen ese futuro puedan sacar al pais del pozo en el que lo metieron una y otra vez.
Sé que seguramente estaré comentiendo muchos errores en esta valoración así, a bote pronto, pero tan solo es la impresión que me dió a mí: extranjero que no sabe nada de Argentina, tan solo los típicos tópicos de un pais que tiene otras muchas cosas preciosas por contar. Sin embargo, fué este relato lo primero que me salió... espero poder acercarme poco a poco más al corazón de Argentina... sobre todo teniendo en cuenta que de momento no salí de la Capital Federal. Dicen que más allá, existe otra Argentina completamente diferente a la porteña. Espero descubrila pronto y seguir aprendiendo de ambas...

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