lunes, 9 de marzo de 2009

Después de Ometepe...


Recién llegados de Ometepe. Unos días intensos de actividad física (la subida al volcan Maderas es todo un reto... y lo conseguimos todos!!!), y no muchas actividades de las que estamos acostumbrados. Sin embargo tambien hemos tenido mucha actividad en la cabeza.
Nos quedamos en una antigua hacienda, rehabilitada como hospedaje, a las faldas del volcan Maderas, rodeados de una vegetación impresionante... un remanso de paz para pensar, asimilar parte de lo vivido, trabajar en los proyectos, conocernos más a nosotros mismos...
Hay muchos momentos con los que me quedo de la isla de Ometepe, pero tal vez uno de los mejores ha sido escuchar las opiniones y consejos de Karen: una mujer de armas tomar, nacida y criada en Alemania, vivida y construida en medio mundo y con corazón nicaragüense. Nos habló de parte de su vida y nos regaló pensamientos sobre cómo VIVIR, cómo huir del estresante estilo de vida europeo, de cómo la sociedad del materialismo y el acopio de bienes no da la felicidad, de cómo cada uno tiene que buscar su camino andando, probando cosas, de cómo uno tiene que probar un tiempo el trabajo y estilo de vida que quiere llevar para poder saber si quieres y puedes hacerlo, de cómo en la Nicaragua profunda no te juzgan por tu curriculum, sino por lo que demuestras saber hacer,... Aprendimos tantas cosas que es imposible poder contarlo todo.
También me quedo con los momentos de construcción personal. Ometepe es un sitio perfecto para ello. Después de casi un mes entero de actividad intensivo, durmiendo una media de 6 horas diarias y con miles de pensamientos que de vez en cuando colapsan la cabeza, llegaron unos momentos de remanso en el camino, con tiempo para tumbarse media hora en una hamaca (todo un lujo en este mes), mirar la figura de uno de los volcanes con su circulo de nubes en la cima, y continuar trabajando hacia dentro. Encajar lo vivido, pensar en la vuelta y cómo readaptarse a una sociedad que ya no se mira con los mismos ojos. Dar vueltas por dentro de uno mismo para ir poniendo nombres nuevos a las viejas calles, nombres viejos a las nuevas calles y no parar de buscar ese desarrollo interno... siempre de forma sostenible y respetuoso con el entorno, como los buenos planes estratégicos de desarrollo.


P.D.: aquí aún es día 8 de Marzo, así que felicidades a todas las mujeres... tan solo espero que llegue el momento (no muy lejano) en que no haga falta nombrar específicamente a las mujeres en su lucha (nuestra lucha) y podamos llamarlo Día de la Igualdad de Género...